¡Hoy mi empresa vale más!

jueves, 28 de enero de 2010


Hoy he tenido un gran día, he hecho grandes cosas, he contribuido a la grandeza de mi empresa, he aumentado el valor de nuestra oferta sensiblemente. ¡Ah! ¡No podría sentirme mejor!
¡Quién pudiera acabar así cada día de trabajo! Pero si no es para poder decir esto ¿para qué trabajamos? Hay quien dirá que para (por) el dinero, yo no me lo creo del todo. No estás pensando en el dinero que te vas a llevar todos los minutos de tu jornada, ni tan siquiera unos pocos.
La mayor parte del tiempo trabajas para ser apreciado, para que tu contribución merezca la aprobación de alguien. Tal y como he empezado, a ese personaje del primer párrafo parece que le basta con aprobarse a sí mismo, él es juez y parte, y por lo tanto puede que no esté pisando los pies en el suelo, que tenga delirios de grandeza. ¿Quién debe ser el juez? ¿Mi jefe? En el mejor de los casos el jefe tiene la responsabilidad de interpretar lo que dirá quien realmente tiene el poder de evaluarte con su dinero: el cliente. Por tanto cuanto más tarde en preguntarle a él, al cliente, más desorientado estaré y no sabré si lo que estoy haciendo contribuye a aumentar el valor de la oferta o lo destruye (nada es neutral).
¿Qué te parece? es una pregunta sencilla que me dará el feedback necesario para situarme, y aún así hay vendedores que les da miedo hacerla no vaya a ser que el cliente les diga realmente lo que piensa. ¡Paradojas de la vida!
C.L.G.

1 comentarios :

Amacaballo Fat dijo...

Excelente lo de que el cliente es el que de verdad tiene el poder de evaluarte con su dinero!
Saludos

3 de febrero de 2010, 2:23

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